Señales de depresión en adolescentes
La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.
Afecta la manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se comporta, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y físicos.
Aunque la depresión puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los síntomas entre los adolescentes y los adultos pueden ser diferentes.
Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas académicas y los cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en los adolescentes. Sin embargo, para algunos adolescentes, estar deprimido es mucho más que solo sentimientos temporales, sino que es un síntoma de depresión.
La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos….
Algunas señales a las que estar atentos son:
- Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente
- Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores
- Sentimientos de desesperanza o vacío
- Estado de ánimo irritable o molesto
- Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas
- Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos
- Autoestima baja
- Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa
- Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva
- Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso y excesiva necesidad de aprobación
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
- Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y desalentadores
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
- Cansancio y pérdida de energía
- Insomnio o dormir demasiado
- Cambios en el apetito: falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos por ciertos alimentos y aumento de peso
- Consumo de sustancias ilícitas o bebidas alcohólicas.
- Agitación o desasosiego: por ejemplo, paso intranquilo, frotarse las manos o la imposibilidad de quedarse quieto
- Lentitud al razonar, hablar o realizar movimientos corporales.
- Quejas frecuentes de dolores de cuerpo o cabeza que no tienen explicación y que pueden incluir visitas frecuentes al personal de enfermería escolar
- Aislamiento social
- Bajo rendimiento escolar o ausencias frecuentes de la escuela
- Menor atención a la higiene o al aspecto personal
- Arrebatos de ira, comportamiento problemático o arriesgado, u otros comportamientos para llamar la atención
- Autolesiones: por ejemplo, cortarse o quemarse
- Armar un plan de suicido o intentos de suicidio